La tan
ansiada paz mundial es difícil de lograr por más que cada vez sean muchos los
que nos subimos a la sillita para pedir por ella. Al día de hoy se pueden
contabilizar diversos conflictos que aterrorizan a miles de personas
diariamente y que se ven por TV.
A varios
enfrentamiento en África (Somalía, Congo, Angola, Etiopía), Medio Oriente
(Siria, Irak, Palestina), Asia (Afganistán) hay que sumarle los hechos de
violencia perpetrados por el terrorismo como los últimos registrados en Kenia
con la aparición de un grupo relativamente desconocido. Por supuesto que la
violencia no es exclusiva del terrorismo o de diferentes facciones que se matan
entre sí, además hay que agregar la discriminación que sufren diferentes
minorías que hacen patente los grados de intolerancias más extremas para
solucionar problemas como la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo fruto
de políticas que apuntan al individualismo más atroz y que implican arreglar la
situación con ajustes que empeoran cada vez más el momento de tensión que se
vive.
Esclavismo,
flexibilidad laboral, precariedad es también violencia.
Por suerte
en algunos casos prevalece la cordura. El conflicto en Siria se está intentando
solucionar de forma pacífica y no con el planteamiento original de EEUU de
parar a la violencia con más violencia. Otros países con intereses en la
región, China y Rusia, salieron al cruce. Muchos critican a EEUU por no adoptar
la postura intervensionista, convirtiéndose en la “policía del mundo” de una
vez por todas. No es tan fácil. Dejar que un país predomine tanto y haga uso y
abuso de su poder culmina siempre con ambiciones extremas que tergiversan las
“buenas intenciones” originales. Se ve a EEUU como a un bloque monolítico
liberal, respetuoso, tolerante, amplio, plural, pero lejos de esto, EEUU dista
en algunos casos de esta realidad.
Sociedad
exageradamente violenta tiene uno de los record más atroces que es el de los
asesinos seriales, la posibilidad de armarse fácilmente al cual hay que agregar
que se convirtió en algo que siempre criticaron a las sociedades totalitarias
que el control de ciudadanos y de otros países en función de sus intereses.
“1984”
relataba esto, pero no para EEUU.
No podemos
darnos el lujo de permitir que este se convierta en exclusivo hegemónico único
y sin competencias para asegurar la paz porque ni siquiera lo logra en su país.
Por lo
tanto debemos seguir apostando al sillón del Vaticano, al de la ONU o cualquier
institución que busque cuidar el mundo por la simple y sencilla razón que es el
único que tenemos.