Jaime Prades nace en
Uruguay el 17 de Diciembre de 1902.
Se desempeñó
mayoritariamente en Argentina, Chile, España y Brasil.
Sobre su actividad en el
Uruguay hay pocos datos. En Argentina debutó como guionista para
Pampa Film con la película “Volver a vivir”. Pampa era propiedad
del estanciero e industrial Olegario Ferrando. Esto fue en 1941.
Se convierte en productor
y para 1944 filma “Se abre el abismo”. Esta es dirigida por el
director francés Pierre Chenal que trabajaba en Argentina desde 1942
donde había llegado por la Segunda Guerra Mundial junto a su mujer
Florence Maly. Su amistad con Luis Saslavsky le permite acceder a
Artistas Argentinos Asociados. Para Pampa realiza el citado film con
Sebastián Chiola, Silvana Roth, Ricardo Passano, Homero Cárpena,
etc. con exteriores en las sierras de Córdoba. Cuenta como un padre
déspota es asesinado por sus hijos y un operario. Película con
altas dosis de violencia. Basado en la novela “La vía mala” de
John Knittel. Chenal haría “Un viaje sin regreso” y regresaría
a Francia en 1946.
En 1946, Prades produce
“Los tres mosqueteros” basada en la novela de Alejandro Dumas.
Dirigida por Julio Saraceni, con Armando Bo, César Fiaschi, Enrique
Roldán, etc. Participan algunos técnicos uruguayos y se filma en el
castillo del Parque Rodó, por eso es considerada uruguaya, aunque el
crítico cinematográfico Homero Alsina Thevenet lo negara.
Después de esto Prades
enfila su derrotero hacia Chile donde recomienda a Chenal a los
hermanos Taulis, dueños de Chile Films. Comienza “Campo de sangre”
pero no se concreta. Empieza “Ranquie”, novela de Reinaldo Comboy
pero también se suspende. Chenal realiza “El ídolo” con Alberto
Closas, Eduardo Cuitiño, Elisa Olivera Galvé. Prades en tanto
vuelve a Bs.As. donde realiza para Sono Films “Sangre negra” en
1951. de la novela homónima de Richard Whright denuncia la
discriminación racial. Coproducida por Sono Films y rodada en
Chicago y Bs.As.
Inmediatamente Prades
recala en Brasil. Allí en 1955 producirá “A carrocinha”. Basado
en la historia “Quase a guerra de Troia”. Comedia costumbrista
brasileña que cuenta la historia del empleado de la perrera que bebe
agarrar al perro de la mujer del alcalde generando un sinfín de
disparates. Después de esto empieza su mejor momento. La sociedad
con Samuel Bronston (1909- 1990). Productor independiente de origen
rumano, había nacido en Bersarabia, marcó un antes y un después en
el cine por su vinculación a España y sus mega producciones de los
’60.
Bronston había trabajado
como agente para la Metro Goldwyn Mayer en Francia y después fue
productor ejecutivo de Columbia. En 1943 fundó su primera productora
pero esta fue muy modesta hasta 1959 que filmó “John Paul Jones”
(El capitán Jones) de John Farrow, un ambicioso film en la línea de
sus posteriores reconstrucciones históricas. Su amistad con Pierre
Dupont, millonario norteamericano y dueño de un gigantesco imperio
de industrias químicas, tenía muchas divisas bloqueadas en Europa.
Bronston lo convence de invertir en cine. Así surge el film
mencionado. El otro factor importante es el distribuidor de Suevia
Films, Cesáreo González. Prades trabajaba para este último y será
ayudante de producción en el rodaje que se desarrolló en Dénia,
Alicante en 1958. Bronston lo nombró vicepresidente primero y Prades
manejó la compra de los derechos de la novela “El cid”. Además
bloqueó el proyecto de Ángel Picazo para rodar una “Doña Jimena”
en tono realista para así no tener competencia. Esto lo expresa John
Sanderson en el libro “Sed de más”.
Cabe acotar el apoyo del
gobierno de Francisco Franco que puso a disposición al ejército
como extras a los cuales respondió Bronston filmando “El valle de
los caídos”, “Sinfonía española” y “Fray Junípero Serra”.
El encargado de dirigir “El cid” será el especialista en western
Anthony Mann. Charlton Heston sería el héroe.
En el mismo año producirá la épica "Rey de reyes" sobre la vida de Jesús.
En el mismo año producirá la épica "Rey de reyes" sobre la vida de Jesús.
La última producción para Bronston fue
“La caída del imperio romano” realizado en 1964 y también con
dirección de Mann. Una obra maestra, con un elenco espectacular con
una intensa campaña publicitaria. Sin embargo fue la causante de la
debacle económica de la productora.
Prades dirigió para
Bronston la ya mencionada “Sinfonía española”, “Objetivo 67”,
“El camino real”, cortos documentales, turísticos, deportivos,
etc. Se aboca a una producción que será la última. “Pampa
salvaje”, basada en la novela de Ulises Petit de Murat, es un
western sobre la pampa argentina ambientada en los años 1870.
Dirigida por Hugo Fregonese y protagonizada por Robert Taylor. Cabe
consignar que es una remake de “Pampa bárbara” filmada en 1945
por Demare y el propio Fregonese pero ambientada en 1833. Es el final
del imperio Bronston.
En 1966 y a raíz de los
problemas económicos se aleja de este último y funda su propia
productora, Prades P.C.
En 1969 produce “Hamelin”.
Dirigida por Luis María Delgado y protagonizada por el cantante de
rock Miguel Ríos. Es una adaptación de la historia “El flautista
de Hamelin”, en la que un joven logra que los ratones lo sigan
cuando interpreta música. Como el burgomaestre se niega a pagar
lleva a los niños a una gruta. Finalmente todo se arregla. El
flautista aquí es un guitarrista.
Al año siguiente
producirá para Argentina “El santo de la espada” de Leopoldo
Torre Nilson. Un alegato nacionalista en épocas del gobierno militar
de Onganía para un director que ya había hecho “Martin Fierro”
en 1968. Se concentra entre 1812 y 1824, años de la trayectoria de
San Martín para un mito triunfalista.
Vuelve a España y produce
“Los monstruos del terror”. Basada en un guión titulado “El
hombre que vino de Humo, editado por Jaime Prades, S.A. en 1969. Con
dirección de Hugo Fregonese y luego Tulio Demicheli, argumento y
guión de Jacinto Molina (Paul Naschy), música de Franco Solima y
montaje de A. Issasi Isasmendi.
El argumento cuenta como
un alienígena procedente del planeta Ummo (Michael Rennie) trata de
apoderarse del planeta azul a través de los miedos ancestrales que
producen los monstruos clásicos: el hombre lobo, el vampiro, la
momia, la criatura de Frankestein. Tuvo problemas en la producción
que se notan. No obstante tiene varios momentos felices, como la
corporeización del vampiro al arrancarle la estaca en el barracón
de feria, los combates entre los monstruos (licántropos contra la
momia), la invasión de los sofisticados laboratorios por gases
venenosos y las espectaculares voladuras finales. Robert Taylor fue
la primera opción para interpretar a Odo Varnoff, pero finalmente
fue encarnado por Michael Rennie impuesto por la Warner y con un asma
terrible. El primer candidato a dirigir fue Julio Coll, pero
rápidamente se llamó a Fregonese que tampoco terminó.
Después de esto cierra su
empresa en España y marcha a Brasil en 1971. Filmará allí un
documental llamado “Sinfonía brasilera” en 1974.
Poco es lo que se sabe
sobre su actividad posterior falleciendo en 1981.
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