¡María Noel!... Bello recuerdo. Fue mi primera entrevistada para la hoy difunta revista "Mundo Uruguayo", allá en los años 60. Yo escribía ficción por entonces, pero, por alguna razón, decidí pasarme al "periodismo" para ir a reportear a la bonita rubia... ¡Así la conocí! Hoy por hoy forma parte de mis más gratas remembranzas del otro milenio... C. M. F.
Por favor, continuemos ateniéndonos a las iniciales, amigo P. P., al menos en este ámbito colectivizado… Consignemos que no fue un solo ejemplar de “Mundo Uruguayo” el de autos: hubo reiteración, diría que 1 vez y media más (porque en uno de los artículos solo figuraba ella por referencia, dado que la entrevistada era la Sra. María Berisso). Y añadamos una pequeña anécdota. En ocasión del primer reportaje no había, o no supe conseguir, rubro para el chasirete, de modo que tuve que pedirle las fotos a la propia interesada. Me suministró unas cuantas, y en todas ellas aparecían sus bellas facciones nimbadas por opulenta cabellera. Fue así que me sorprendí al ver la carátula de la revista (yo la había solicitado especialmente) donde la involucrada aparecía con el cabello corto. Al informarla telefónicamente de la publicación de la nota, no pude evitar un comentario sobre el particular, y ella entonces me dijo: “Me lo corté, ¿sabe?” Y espontáneamente, como reflejo (desde el mismo tuétano de mi candidez juvenil), me salió: “¿Y lo tiró?”… Le retribuyo el abrazo; hasta muy pronto.
María Noel, cómo no acordarse de ella, me vienen a la memoria al menos dos publicidades que pasaban en la tele, creo que una era de la colonia Vites o Vitess, se pronunciaba vités, y la otra de Altai. Tuve la oportunidad de verla en vivo y en directo al menos dos veces en Recoleta. Como si fuera poco todo su esplendor, tenía unos pies hermosos. Muchos de los que pasamos los 50 la hemos tomado de inspiración para contentarnos en soledad sexualmente, no creo que sea de mal gusto mi comentario porque a la par de cierto, fueron experiencias impregnadas con el romanticismo que producía su exquisita sensualidad, su dulzura... su feminidad...
Descarguese no más que acá no hay censor del buen o mal gusto. jaja Todos la recordamos y la asociamos a esas instancias saludables de la vida para nada censurables o vergonzosas. Al contrario son un halago para esa belleza!!! Un abrazo.
¡María Noel!... Bello recuerdo. Fue mi primera entrevistada para la hoy difunta revista "Mundo Uruguayo", allá en los años 60. Yo escribía ficción por entonces, pero, por alguna razón, decidí pasarme al "periodismo" para ir a reportear a la bonita rubia... ¡Así la conocí! Hoy por hoy forma parte de mis más gratas remembranzas del otro milenio...
ResponderEliminarC. M. F.
Bueno!!! Hay que conseguir urgente ese ejemplar de Mundo Uruguayo así lo agregamos en el blog. Perdón, C.M.F. es Carlos María Federici?? Un abrazo.
EliminarPor favor, continuemos ateniéndonos a las iniciales, amigo P. P., al menos en este ámbito colectivizado… Consignemos que no fue un solo ejemplar de “Mundo Uruguayo” el de autos: hubo reiteración, diría que 1 vez y media más (porque en uno de los artículos solo figuraba ella por referencia, dado que la entrevistada era la Sra. María Berisso). Y añadamos una pequeña anécdota. En ocasión del primer reportaje no había, o no supe conseguir, rubro para el chasirete, de modo que tuve que pedirle las fotos a la propia interesada. Me suministró unas cuantas, y en todas ellas aparecían sus bellas facciones nimbadas por opulenta cabellera. Fue así que me sorprendí al ver la carátula de la revista (yo la había solicitado especialmente) donde la involucrada aparecía con el cabello corto. Al informarla telefónicamente de la publicación de la nota, no pude evitar un comentario sobre el particular, y ella entonces me dijo: “Me lo corté, ¿sabe?” Y espontáneamente, como reflejo (desde el mismo tuétano de mi candidez juvenil), me salió: “¿Y lo tiró?”…
ResponderEliminarLe retribuyo el abrazo; hasta muy pronto.
María Noel, cómo no acordarse de ella, me vienen a la memoria al menos dos publicidades que pasaban en la tele, creo que una era de la colonia Vites o Vitess, se pronunciaba vités, y la otra de Altai. Tuve la oportunidad de verla en vivo y en directo al menos dos veces en Recoleta. Como si fuera poco todo su esplendor, tenía unos pies hermosos. Muchos de los que pasamos los 50 la hemos tomado de inspiración para contentarnos en soledad sexualmente, no creo que sea de mal gusto mi comentario porque a la par de cierto, fueron experiencias impregnadas con el romanticismo que producía su exquisita sensualidad, su dulzura... su feminidad...
ResponderEliminarDescarguese no más que acá no hay censor del buen o mal gusto. jaja Todos la recordamos y la asociamos a esas instancias saludables de la vida para nada censurables o vergonzosas. Al contrario son un halago para esa belleza!!! Un abrazo.
EliminarBella!!inolvidable.
ResponderEliminarEs así. Una belleza!!
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