Susanita, Manolito y el ejército
No es lo mismo la gala que ir a la
guerra. Sin duda es más glamoroso para un integrante del ejército recibirse con
todos los honores que participar como conscripto en la guerra de Malvinas.
En el surgimiento del ejército profesional en
Uruguay tuvo mucho que ver la guerra del Paraguay. En esta y atados todavía a
la realidad argentina y brasileña fuimos a una guerra contra una poderosa pero
pequeña Paraguay a la cual desbastaron en 5 años originando un verdadero
genocidio.
Recordar que el estado uruguayo en ese momento
mantenía en algunas personas la creencia que perfectamente podíamos integrar
alguno de los vecinos que todavía ambicionaban nuestro territorio. Es decir que
la nación estaba en formación.
De allí volvimos con conocimiento sobre el arte
de la guerra que no teníamos o que era muy vago. Los enfrentamientos eran a
lanza y sable con pocas armas de fuego y predominaba el encontronazo personal
con el enemigo.
Es así que nuestro ejército sale fortalecido,
pero deberá esperar algunos años para perfeccionarse.
Con el advenimiento del Coronel Lorenzo Latorre
en 1876 y con el apoyo de los sectores fuertes de la economía se empezó a
modernizar a la tropa. La razón era concentrar el poder disperso en al campaña
y proclive a las guerras civiles que le brindaba al guacho el descontrol que le
permitía sustentarse.
Fusil Remington, telégrafo, ferrocarril, etc.
le dio unidad y fuerza a un sector que tuvo una importancia mayúscula en la
conformación del país.
La gala aparecerá después. Con Máximo Santos
como presidente las cosas cambiaron. El ahorro de Latorrre comenzó a
dilapidarse.
Se había logrado una balanza comercial
favorable. Exportaciones superan a las importaciones y la economía se
acrecentó.
Máximo Santos, ministro de guerra, llegará al
poder como representante del sector popular del Partido Colorado, pero con el
apoyo del sector tradicional de los blancos, en la figura de Timoteo Aparicio.
Una parte del dinero ahorrado se destinará a lo
que preocupaba a Susanita. Privilegios, condecoraciones, distinciones, aumentos
del número de soldados, desfiles, uniformes que imitaban a los napoleones
franceses. Pero no Napoleón Bonaparte, sino que a Napoleón III.
Esto y otras cosas llevaron a un desorden
financiero importante.
También por esta época se creó la Escuela o
Colegio militar.
A diferencia de lo que ocurre en Argentina, en
Uruguay no hubo servicio militar obligatorio, en algún momento allí fueron
llevados quienes no tenían un papel que acreditara trabajo o un hogar fijo,
terminando con el gauchaje que azolaba la campaña.
De hecho hacia principios del siglo XX se
produce la última guerra civil. Bajo el lema “Aire libre, carne gorda” y “Habrá
patria pa’ tuitos o pa’ naides” las patriadas blancas buscaban una
participación política que les estaba negada. Pero su derrota reafirmó el
concepto de que la modernización había rendidos sus frutos. El ejército
respondía al Estado, ya no a caudillos.
En los primeros 30 años del siglo XX no hay
aspectos importantes que relevar sobre la institución.
Hay que ver la actuación en el conato que
intentó defender las instituciones en 1935 en Paso Morlán en donde tuvo
destacada actuación un graduado de la escuela militar y avezado piloto de
aviación. Oscar Gestido también participará de forma muy activa en tiempos de
paz. Más específicamente en 1959 cuando las inundaciones lo cual generará en la
mentalidad de la gente una alternativa al político tradicional. Por ser un
hombre austero, honesto y luchador para la mayoría de la población se lo elige presidente
para el período 1967- 1972. pero a los pocos meses de asumir fallece.
Al principio de la lucha contra los tupamaros,
un grupo de guerrilla urbana liderado por Raúl Sendic, no intervinieron. Si
comenzaron a hacerlo hacia fines de los ’60. En setiembre de 1971 se encomienda
el liderazgo que estaba en manos de la policía. Cada vez participaban más y los
políticos no salían de su encrucijada. Además los casos de corrupción de estos
últimos no lo ayudaban para nada. Parte de la población hizo carne en la
mentalidad de Susanita, aquí, en Argentina y en muchos países.
El golpe de estado llegó en 1973. Se hicieron
con el poder y buscaron una alternativa al sistema político sin romper del todo
con la democracia que como decía Churchill, es el menos malos de los sistemas
para gobernar.
Para reafirmar posturas se sirvieron de los
medios de comunicación masivos que mediante la auto censura reafirmara el poder
de los militares. Ese proceso se llamó ensayo fundacional y va desde 1976 al
1980. Cuando pierden el plebiscito que generaría una nueva constitución que no
fue.
Antes tuvimos, en 1975, el año de la
Orientalidad en donde resaltaron momentos de la historia del Uruguay que le
convenían a la fuerza.
Es decir que había que generar un imaginario en
la población para generar una base en el pueblo que acreditara la actividad del
régimen. Por cierto que finalmente triunfaron los valores de la democracia,
pero las susanitas y susanitos todavía se mantienen, tras el lujo y el oropel
de los uniformes, muchas veces ven un orden que se impondría fácilmente sin
descontrol y que es lo que el país necesitaba. Ya vimos que eso no fue así
durante 11 años. Había que recordar entonces que loas buenas costumbres y los
modales muchas veces no tienen la hipocresía de su lado. Reflexionar sobres
ciertos momentos de nuestra historia deben de servir para que las susanitas y
susanitos no sientan asco sobre el hermano de Manolito que también es un ser
humano como el que manda la tropa.
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