sábado, 25 de septiembre de 2010

"El día de los niños. 1981- 1984"

1981 comienza con “Los conejolos y familia” de Gezzio. Ideal para los más chiquitos.

Se agregan algunas joyitas como por ejemplo “El hijo” de Horacio Quiroga, “La despedida de Gorgias”, “La ciudad de los césares” un cuento de Gustavo Adolfo Bécquer, “Los ojos verdes” todos por Walter Lemos.






Vuelve “Enfoque histórico” descifrando el origen del hombre y los primeros hombres pájaros.



Por último otro personajes histórico, “Galileo”.

Repiten Bombón y Tatucito.

Para 1982 Gezzio trae un viejo clásico, “Nuk” la historia de un esquimal. Además incursiona con los súper héroes, “Superbombón” y la vida al aire libre es vista desde “Los exploradores”.

Barreto pone otro personajes de la antigüedad como es su costumbre, “Atla de Atlantis”.

Pero también se pone tierno y recrea un viejo clásico para niños, “Pinocho”.

Además sin salir del terreno histórico vuelve con “La historia del traje”.


Junto al Klan, Barreto hará "Historias de la tabla redonda".

Bombón y Tatucito son resabios que quedan de épocas pasadas.

1983 es uno de los peores años y ya se ve la lenta y paulatina desaparición de este suplemento que a la postre también lo será del mismo diario El día que al poco tiempo cerrará sus puertas luego de una pésima administración por esos años.

Como novedad una historieta que prometía, “El buceador” de William Gezzio. Pero no conocerá el final en este suplemento sino en “Balazo”, publicación donde trabajará el escritor más adelante. La dirección del diario estaba en plan de ahorro, aunque como relata Gezzio, se malgastaba en aumentos de sueldos y en la compra de una avioneta Cesna, enviando gente al seguro de paro. Entre estos estaba el creador de “El buceador”.

Repiten el mismo año “Los exploradores”, “Pinocho”, “La historia del traje” y “Bombón”.

En 1984 y como una asimilación a mi vida, que en ese entonces cumplía 14 años, se iba mi niñez y también se iba “El día de los niños”. No se destacó justamente ese año por ser el mejor (más bien fue el peor en materia de historietas) y además ya comentamos los recortes presupuestales que incidieron en el material publicado. Pero también hay que recordar que dentro del material del comics mundial se empezaba a entrar en crisis ya que la gente cada vez accedía menos a este tipo de publicación. Para el 2000 y con el advenimiento de la Internet, volvimos a encontrarnos con mucho material que creíamos perdidos para siempre. Por eso para la próxima nota recordaremos las historietas de otra inolvidable publicación: “Charoná”.