viernes, 25 de enero de 2013

Mafalda y la historia a través del humor


Susanita, Manolito y el ejército


No es lo mismo la gala que ir a la guerra. Sin duda es más glamoroso para un integrante del ejército recibirse con todos los honores que participar como conscripto en la guerra de Malvinas.
En el surgimiento del ejército profesional en Uruguay tuvo mucho que ver la guerra del Paraguay. En esta y atados todavía a la realidad argentina y brasileña fuimos a una guerra contra una poderosa pero pequeña Paraguay a la cual desbastaron en 5 años originando un verdadero genocidio.
Recordar que el estado uruguayo en ese momento mantenía en algunas personas la creencia que perfectamente podíamos integrar alguno de los vecinos que todavía ambicionaban nuestro territorio. Es decir que la nación estaba en formación.
De allí volvimos con conocimiento sobre el arte de la guerra que no teníamos o que era muy vago. Los enfrentamientos eran a lanza y sable con pocas armas de fuego y predominaba el encontronazo personal con el enemigo.
Es así que nuestro ejército sale fortalecido, pero deberá esperar algunos años para perfeccionarse.
Con el advenimiento del Coronel Lorenzo Latorre en 1876 y con el apoyo de los sectores fuertes de la economía se empezó a modernizar a la tropa. La razón era concentrar el poder disperso en al campaña y proclive a las guerras civiles que le brindaba al guacho el descontrol que le permitía sustentarse.
Fusil Remington, telégrafo, ferrocarril, etc. le dio unidad y fuerza a un sector que tuvo una importancia mayúscula en la conformación del país.
La gala aparecerá después. Con Máximo Santos como presidente las cosas cambiaron. El ahorro de Latorrre comenzó a dilapidarse.
Se había logrado una balanza comercial favorable. Exportaciones superan a las importaciones y la economía se acrecentó.
Máximo Santos, ministro de guerra, llegará al poder como representante del sector popular del Partido Colorado, pero con el apoyo del sector tradicional de los blancos, en la figura de Timoteo Aparicio.
Una parte del dinero ahorrado se destinará a lo que preocupaba a Susanita. Privilegios, condecoraciones, distinciones, aumentos del número de soldados, desfiles, uniformes que imitaban a los napoleones franceses. Pero no Napoleón Bonaparte, sino que a Napoleón III.
Esto y otras cosas llevaron a un desorden financiero importante.
También por esta época se creó la Escuela o Colegio militar.
A diferencia de lo que ocurre en Argentina, en Uruguay no hubo servicio militar obligatorio, en algún momento allí fueron llevados quienes no tenían un papel que acreditara trabajo o un hogar fijo, terminando con el gauchaje que azolaba la campaña.
De hecho hacia principios del siglo XX se produce la última guerra civil. Bajo el lema “Aire libre, carne gorda” y “Habrá patria pa’ tuitos o pa’ naides” las patriadas blancas buscaban una participación política que les estaba negada. Pero su derrota reafirmó el concepto de que la modernización había rendidos sus frutos. El ejército respondía al Estado, ya no a caudillos.
En los primeros 30 años del siglo XX no hay aspectos importantes que relevar sobre la institución.
Hay que ver la actuación en el conato que intentó defender las instituciones en 1935 en Paso Morlán en donde tuvo destacada actuación un graduado de la escuela militar y avezado piloto de aviación. Oscar Gestido también participará de forma muy activa en tiempos de paz. Más específicamente en 1959 cuando las inundaciones lo cual generará en la mentalidad de la gente una alternativa al político tradicional. Por ser un hombre austero, honesto y luchador para la mayoría de la población se lo elige presidente para el período 1967- 1972. pero a los pocos meses de asumir fallece.
Al principio de la lucha contra los tupamaros, un grupo de guerrilla urbana liderado por Raúl Sendic, no intervinieron. Si comenzaron a hacerlo hacia fines de los ’60. En setiembre de 1971 se encomienda el liderazgo que estaba en manos de la policía. Cada vez participaban más y los políticos no salían de su encrucijada. Además los casos de corrupción de estos últimos no lo ayudaban para nada. Parte de la población hizo carne en la mentalidad de Susanita, aquí, en Argentina y en muchos países.
El golpe de estado llegó en 1973. Se hicieron con el poder y buscaron una alternativa al sistema político sin romper del todo con la democracia que como decía Churchill, es el menos malos de los sistemas para gobernar.
Para reafirmar posturas se sirvieron de los medios de comunicación masivos que mediante la auto censura reafirmara el poder de los militares. Ese proceso se llamó ensayo fundacional y va desde 1976 al 1980. Cuando pierden el plebiscito que generaría una nueva constitución que no fue.
Antes tuvimos, en 1975, el año de la Orientalidad en donde resaltaron momentos de la historia del Uruguay que le convenían a la fuerza.
Es decir que había que generar un imaginario en la población para generar una base en el pueblo que acreditara la actividad del régimen. Por cierto que finalmente triunfaron los valores de la democracia, pero las susanitas y susanitos todavía se mantienen, tras el lujo y el oropel de los uniformes, muchas veces ven un orden que se impondría fácilmente sin descontrol y que es lo que el país necesitaba. Ya vimos que eso no fue así durante 11 años. Había que recordar entonces que loas buenas costumbres y los modales muchas veces no tienen la hipocresía de su lado. Reflexionar sobres ciertos momentos de nuestra historia deben de servir para que las susanitas y susanitos no sientan asco sobre el hermano de Manolito que también es un ser humano como el que manda la tropa.